miércoles, 8 de diciembre de 2010

Para no ser los esclavos martirizados del tiempo, intoxíquese; con vino, poesía o virtud, pero intoxíquese


Las decisiones de cualquier tipo, presentan una gama de consecuencias; buenas, malas o hasta neutras. Sin duda alguna, son preferibles siempre, las dos primeras. Las terceras, dejémoselas a la gente de mierda, que vive espantada, y temiendo incluso de su sombra. Ellos no son imprescindibles para nadie, dan igual, quizá hasta merezcan morir.

Sin embargo éstas líneas si admiran a quienes se arriesgan, aunque todo esté a su contra, a pesar que la atmósfera donde se desenvuelve, le grita y le sugiere que no lo haga, que irá todo mal, que fracasará, caerá y hasta puede que se des-truya. ¡Eso no importa! ¿cuántas veces habrá que decirlo?. Si usted conoce a alguien que está a punto de realizar una locura -insisto de cualquier tipo- déjelo. Procure de todos modos acompañarlo, sobre todo si ve que se sube al cuarentavo piso, pero de todos modos, manténgase como un espectador, en primera fila, contemplando una gran obra de suspenso e impredecibilidad.
¡No interfiera por favor! no sabe el bien-estar que le está obsequiando a dicha persona. Con cierta actitud discreta y muy conveniente, está generando un futuro -a largo o corto plazo- aprendizaje en él/ella. Ese aprendizaje a fecha, no está solo, sino que acompañado de un gran sentimiento de tranquilidad. No le puedo asegurar -lamentablemente- que ese futuro aprendizaje no estará en compañía del detestable arrepentimiento. Pero ¿saben? de algo si que estoy convencido, y además se los puedo asegurar, tal arrepentimiento de aquellas locuras que hemos cometido, es mucho más reconfortante y hasta aliviador, que aquel arrepentimiento barato que dejó escapar a aquellas locuras, que aunque no fueran las más adecuadas ni mucho menos un buen partido, optaron finalmente por dejarlas a un lado.
Es problable también, que jamás se arrepientan. Pero ante la mínima probabilidad de arrepentimiento, yo optaré siempre por lo contrario -a diferencia de hace algunos años-

jueves, 14 de octubre de 2010

Tan bien-venida, y tan inoportuna.


Y aunque me consido un tipo sumamente racional, ésto no quiere decir necesariamente, que las emociones y sentimientos, no se apoderen de mi.
Los muy barbetas se han instalado de forma repentina en el trono de mando, dirigiendo y organizando todo, como si fuera su propia casa. Ya que de forma grosera y
altiva, han comenzado a desplazar y re-ordenar imágenes de mi mente, de un lugar a otro, y lo mismo han hecho con un saco de miradas y sonrisas, que yo decídi hace
un tiempo atrás, guardar en mi bául café de madera opaca -creyendo que no las volvería a disfrutar-. Pensé hace un tiempo no muy lejano, que el reinado racional, había enviado al exilio a las insurgentes y revolucionarias emociones, que tanto amenzaban con la seguridad
y sobre todo, con la tranquilidad de mi mente.
Sin embargo pasó precisamente lo que yo ya no me esperaba, todo lo que por medio de la razón obligué a ocultar, callar y hasta hacer des-aparecer, se hizo presente
de manera poco tácita e indiscreta, y aunque quise silenciarlas tiranamente, aún permanecen acá; más vivas que nunca, gritando incluso con más rebeldía que hace
unos meses.
Ante ésto ¿Qué podría hacer uno?
Creo que debo ser condescendiente, y caballero con ellas, y además debo reconocer que me han ganado limpiamente. No como mi razón, que intentó opacarlas y hasta destruirlas.
Pido perdón de todas formas por ello, ya que ahora las disfruto bastante, me río en demasía, y siento que me proporcionan algo especial que no sabría explicar por ahora.
Aunque me hagan dudar, soñar, y creer , les insisto que me avergüenzo por todo lo que intenté.

lunes, 11 de octubre de 2010

Quién quiera que seas.



A Hirenco no le gustaban mucho las sombras que muchas de ellas poseían. Y cada vez que se enfrentaba a éstas situaciones, prefería apartarse de forma repentinamente -
sobre todo cuando no existía mucho interés- o de lo contrario, optaba por encender su linterna para indagar por esas formas poco nítidas que tanto lo intrigaban.
Pero esta vez está ocurriendo todo lo contrario, Hirenco está disfrutando minuciosamente de esa penumbra que aún no ha descubierto, pero al parecer por lo que me comentó la noche anterior, tampoco le interesa mucho conocerlas, prefiere seguir viéndola vibrar, segundo a segundo, y sin la necesidad de saber el por qué de cada risa o alguna pena.
Mientras tanto Hirenco está feliz; deleitándose con su sombra, sus colores, penumbra, y sonidos.
¿Que le vamos a hacer?
sólo dejarlo en paz.
Buenas noches amigos y enemigos.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Tengo tiempo y tengo paciencia -y sobre todo- te quiero dentro de mi existencia, de cualquier modo.


Y casi como un presagio del destino, y una ''crónica de un sufrimiento anunciado'' las formas que tanto manoseé en letras pasadas, atrajeron su tan advertida nocividad, ya que hicieron ingreso de forma violenta, en aquellos pensamientos tan frágiles y poco obedientes.
Sin embargo, pareciera que aquello, es el único camino viable pero no recomendado, para estimular ciertas melosas ganas de estar junto a ella.
¿Saben? extraño su mirada que estoy convencido que algo oculta, también su largo cabello, incluso su sonrisa tímida pero amenazante, y sobre todo -y aquí me terminarán tachando de loco- extraño además esa barrera que tanto me cerca, y que recomienda preguntarme, si en algún momento lograré destruirla.
Quizás no la quiero destruir del todo, me refiero a que talvéz es cierta barrera la que me atrae poderosamente, o mejor dicho, quiero estar en ese espacio donde se ubica esa robusta coraza, y además sus sentimientos más tiernos, que ''muy bien'' ha aprendido a ocultar. Ese escondite escogido minuciosamente no es porque sí, algo debió haber ocurrido con ellos, que los obligaron a envolverse en una gruesa capa de des-confianza, de alerta, y de pasadita, una dosis de frialdad.
Mis formas en cambio están danzando desnudas, son unas sinvergüenzas, dementes, e inmorales. Están dispuestas a arriesgarse y hasta sufrir por conseguir lo que tanto quieren.
¿Lo lograrán? lo único que quiero en el mundo, es que sea así.

sábado, 28 de agosto de 2010

¿Hace falta que te diga que me muero por tener algo contigo?



Estoy en esa etapa, en que sólo quiero conseguir algo, por más ínfimo que sea. Me refiero a esa condición infra-humana talvéz, en que relaciono espontáneamente, esas canciones con altas dosis de melodrama rebuscado, con aquella mujer. Siempre me he dado cuenta, de forma certera o equívoca, que el ser humano, no sólo es ambicioso, con el dinero, el éxito y esa tanda de cosas tangibles del cual la gran mayoría tiende a jactarse delante de sus pares, sino que además, con sus sentimientos y emociones. Apostaría mi cabeza -gran apuesta, no por su drenado precisamente, sino que por su gran volúmen- que si consiguiera algo con aquella mujer, insisto por lo más mínimo que fuese, la noche de ese mismo día, ya comenzaría, con nuevas metas y exigencias.
Sin embargo hay un factor, que me hace pensar y pensar, incluso de forma exagerada en cierta persona. Se supone que dentro de las relaciones entre seres que se auto-denominan ''normales'', las manifestaciones de cariño son variables, algunos puede que compren animalitos gigantes con cara de miseria, otros cargando con la mochilla rosada de su pareja, o incluso hasta con la
cartera, están también quienes se deben gastar el 79.5% de su sueldo comprando lujosas joyas, invitando a caros restoranes, algunos conquistan con el baile, otros con la música, los versos, las llamadas cada tres segundos, y tanta cosa que el ser humano podría llegar a imaginar. Sin embargo mis maneras no son lo más alentadoras, podrían sonar idiotísimas, o hasta se me podría catalogar como infantil y bobo. Retomando la ideal principal, y para dejar oxigenar su cerebro, estoy convencido que las formas de ésta mujer, al no ser semejantes a las mías, me llevarían a un leve sufrimiento, tendería a interpretar que cierta incompatibilidad de FORMAS, tendría estrecha relación con una falta de interés, y acabaría por ende con mi cabeza, que comenzaría a trabajar el doble, sólo pensando.
Sin embargo, ante ese incipiente drama que conllevaría estar con esa persona; me arriesgaría, a pesar de que nuestras formas no se entendiesen, y de pasadita, uno de los dos, se lastimara.

lunes, 19 de julio de 2010

Y aquel inocente que iba a cambiar el mundo ahora observa, cínico, derrumbarse todo


- Defenderemos la libertad de nuestra nación incluso con nuestras propias vidas si es necesario -gritó don Roberto-.
- ¡Viva el partido Izquierda por la Unidad!

Esas palabras de nuestro compañero y Presidente del Partido, eran realmente el oxígeno necesario, para batallar día a día contra quienes querían ver nuestros sueños e ilusiones en el suelo, ya que al parecer, nuestras ideas de una sociedad más justa y equitativa, -generaban para ellos- una amenazante inestabilidad a su sistema, amigo de lo privado y amante de lo des-igual.
Don Roberto Recabarren, inspira en mí y en los demás compañeros, el más de los sinceros respetos y admiración, ya que con sus claras y honestas convicciones, ha sabido dirigir e interpretar los sueños que hoy tienen a nuestro partido gobernando al país.

- Ernesto, recuerda que hoy le celebraremos el cumpleaños a la Amandita -insistió Matilde-
- Si lo sé mi amor, haré todo lo posible para llegar temprano.
- ¿Cómo es eso de que ''haré todo lo posible''? Es tu hija.
- Matilde entiéndeme , lo que más quiero en el mundo, es des-ocuparme temprano en la sede para venir a acompañar a mi niñita.
- Tu incondicionalidad con esa cuestión me impresiona, me gustaría ver qué pasaría si todo ésto se viene abajo, apuesto mi cabeza que esos tipos, a los que tú llamas ''compañeros'', no moverían ni un sólo dedo en ayudarte si te encontras en problemas.
- ¡Veo que no entiendes nada! -irrumpió Ernesto- Todo lo que hemos ido construyendo tanto con el Gobierno como con en el Partido, ha sido porque concebimos de una misma forma todo lo que nos rodea, y por ende estamos todos juntos en ésto.
- Ojalá que sea así siempre, no sólo cuando estén gobernando.
- Claro que así ha sido, y así será. Estoy atrasado, nos vemos a la tarde mi amor.
- Que te vaya bien y ¡llega temprano! -gritó Matilde mientras Ernesto apurado cerraba la puerta-


Con el pasar de los meses, el Gobierno de la Izquierda por la Unidad se veía seriamente obstaculizado por los sectores más conservadores del país, y además también, por el altísimo poder fáctico que azotaba con violencia a la sociedad.
Por mi compromiso y mi activismo -según Recabarren- obtuve durante aquel tiempo, grandes responsabilidades que por cierto me llenaban mucho, pero que también me alejaban de ciertas cosas que siempre prometí no dejarlas a un lado. Perderme la infancia de mi hija Amanda, era algo que me dolía en demasía, al igual que el ausente tiempo que tanto me reclamaba Matilde cada noche cuando llegaba a casa. No obstante, era por ésta misma razón por lo cual yo luché incansablemente; ya que anhelaba dejar un mundo generoso e igualitario, robusto de sueños, que esperaba que hicieran un poco más libre el futuro de mi pequeña hija.

La polarización social era evidente, al igual que la escasez que muchos vivían diariamente, y el acaparamiento del cual sólo unos pocos gozaban. Esta situación llevó a Ernesto a alejarse de sus tan apreciados estudios teatrales, y a trabajar el doble.
El Gobierno se vino abajo como advirtió Matilde a su esposo, y como es típico y conocido, las fuerzas militares no tuvieron ningún problema en asumir el poder y el mando.
Ernesto continuó con su participación política, ahora clandestina claro. Y la noche del 03 de Octubre se llevó la peor de las decepciones que un militante puede llegar a tener. Ernesto consiguió aquel día trabajar de mesero en un prestigioso restorán de la capital, donde pagaban bastante bien, razón suficiente ya que la situación familiar no estaba muy bien. Mientras cargaba una bandeja con centollas y langostinos acompañados de un vino blanco de la viña San Augusto, le pareció oir una voz nítida y muy reconocible; era la de José Eduardo Mathei, Presidente del Partido de Ultra Derecha Tradicional.
No me se me hizo extraña la presencia de ese hijo de puta en aquel restorán, ya que es algo demasiado compatible. Sin embargo mi sorpresa si se alertó cuando vi, que al lado izquierdo de Mathei, se encontraba sentado Recabarren, ¿qué podría hacer un tipo como el, en un lugar como éste y con tal compañía? -me pregunté muchas veces-. Mientras atendía la mesa de al lado escuché algo que parecía una discusión:

- ¿Ves que tenía razón? No sé para que te subiste de capitán a ese barco rojo, si sabías que se iban a hundir como siempre.
- Bueno había que intentarlo una vez más ¿no? Pero dicen que la tercera es la vencida ja ja ja -rió profundamente-
- Bueno, ¿para qué discutiremos lo de siempre?, cuando hace 20 años pasó lo mismo que ahora, la discusión fué la misma hombre.
- Es verdad, que rápido paso el tiempo compañero.
- No me llames así que me da alergia, oye Roberto, ya decidiste ¿Para donde te irás en esta ocasión?, aunque da igual porque después que abandonemos el poder, regresarás como un héroe. En verdad hasta te hacemos un gran favor ja ja ja.
- Si así lo he pensado, muchas gracias -ironizó a medias- Creo que nos iremos a Burdeos aún no lo sé.
- Bueno cuando lleguen, hacemos un relevo, porque de seguro...

Lamentable aquel diálogo no era una discusión. No quise seguir escuchando esa conversación entre el Presidente de mi Partido, y el del bando contrario, asi que preferí abandonar el trabajo, y correr hasta mi casa, para brazar a mi señora y a mi hija.
Con el tiempo me ofrecieron exilio a mí y a mi familia, y opté sólo por lo segundo, quería ver a mi hija vivir, por lo mismo ella junto a Matilde se fueron a Santiago de Cuba. Yo decidí ,con mucha pena quedarme acá, luchando de la misma forma que antes, pero con más ganas incluso que cuando estábamos en el Gobierno.


(Fotografía del Museo de la Memoria)


domingo, 27 de junio de 2010

No me embriaga la altura, ni me aburren los sueños.


Martín a sus 33 años, ya es un destacado neurólogo, que se diferencia notablemente de sus colegas por el gran carisma que irradia, la carencia de una tradicional pedantería que tanto
derrochan los otros médicos, y por la infinita alegría que le proporciona día a día su trabajo.
El doctor Martín -como no le gusta que lo llamen- , proviene de un orígen más bien sencillo y modesto, es por ésto que con mucho esfuerzo pudo estudiar la costosa carrera que de tan pequeño lo llenaba, y quizás es por esta misma razón, que siente una pasión y admiración tan intensa por lo que hace. En sus ratos libres Martín -que así le gusta que lo llamen- se deleita con su guitarra, las letras, el cine, sus pocos amigos y la fotografía.

Mientras las negras nubes amenazan allá afuera con soltar el llanto, Martín está algo inquieto, con un notorio nerviosismo. Ya que hoy es la noche de san Juan, y donde cada invierno reanuda una tradición enseñada por su abuela hace más de 20 años atrás. Esta consiste en escribir en tres papeles un deseo -Martín prefiere escribir algo malo además, para no opacar realismo al Sr. azar, y también para dar algo de emoción- luego de escribir los sueños, Martín los coloca debajo de su almohada, los des-ordenada un poco, apoya su cabeza para dormir, y piensa mucho
en aquel papel que escribió con más ganas que en los otros. A la mañana siguiente y sin ver por supuesto, Martín mete su mano bajo la almohada -con un nerviosismo increíble- para elegir un papel, el cual según lo escrito, se cumplirá dentro de un futuro no muy lejano -supuestamente-
Si bien es cierto a Martín sólo se le han cumplido en tres ocasiones lo escrito cada noche de san Juan (motivo por el cual jamás se amilana). No obstante, cada 23 de Junio antes de la medianoche, los escribe con un entusiamos infantil invulnerable. Y cada año se esmera en concentrarse aún más para la matutina elección, ya que cree que ahí radica el por qué no se han cumplido lo plasmado en aquellos papeles de años anteriores, que muy cuidadosamente conserva en su caja gris.
Martín simplemente vive de sueños, y cree fehacientemente en que la fe no es sólo un concepto del monopolio religioso, sino que además es una capacidad mágica que habita en el corazón y en la mente, de cada ser humano.



viernes, 18 de junio de 2010

mire donde mire, te veo.


Y mi contradicción a ratos se volvía insoportable.Me vinieron unas
ganas tremendas de salir corriendo, y escapar de mi mismo, dejar de lado por
segundos infinitos, todo aquello relacionado con mi sombra y mi historia, y sin
cargar ni con buenos ni malos recuerdos, preferí cargar la mochila neutra, sin
más nada, aquella con la que solo tuviese que lidiar con un vacío ,
ajeno o mío, da igual, pero vacío.
Por otro lado sentí las ineludibles ganas de encontrarme con mi persona, y sobre todo
con los momentos almacenados en mi memoria, me refiero a ciertos recuerdos, que te
hacen derrochar sonrisas,una grata melancolía, y algo de nostalgia.
Ganas de correr cada vez más rápido, hacia el punto en que me había divisado desde lejos,
y que en un una reacción innata y poco racional, salí a mi encuentro, enfrentándome -qusiera o
no- con mis grandes miedos, con algunos éxitos de antaño, y con ciertos fracasos.
Mi lejanía se acercó, y mi cercanía optó por lo contrario...

sábado, 29 de mayo de 2010

un tesoro diferente.


- Pero aún no te entiendo, ¿Por qué no haces lo mismo que nosotros?
- no hay mucho que entender pirata amigo, es sólo una cuestión de intereses, nada más.
- Realmente no comprendo, pensé que también te interesaba encontrar tesoros, al igual que todos nosotros. Una vez me mencionaste que te fascinaba hacerlo.
- No he dicho lo contrario, me encanta encontrarlos.
- Entonces, ¿por qué no te animas a buscarlos, junto a mí y al resto?
- Simplemente, porque los tesoros que ustedes buscan, son muy distinto al mío.


Los piratas andaban en busca de grandes riquezas; tales como oro, y piedras preciosas, pues claro si eran piratas. Pero Hirenco siendo pirata al igual que sus pares -ya mencionados- , le encantaba oler la tierra húmeda, guardar piedras planas y largas en el bolsillo izquierdo de su abrigo café, y oir el placentero ruido de sus pesados zapatos, al aplastar las secas hojas otoñales que reposaban en la tierra.

jueves, 27 de mayo de 2010

''Cuba; una nostalgia egoísta''; sólo para quienes tengan tiempo, sino mejor no leer, ni muchos menos comentar. Gracias.


Me llegó la invitación hace unos días, para asistir al lanzamiendo del libro de la bloguera cubana Yoani Sánchez, quién vive en La Habana, y es férrea opositora al régimen Castrista, el cual impera en la isla hace más de 50 años, cuando un grupo de hombres liderados por Fidel Castro, hicieron ingreso a La Habana, derrocando al dictador derechista Fulgencio Batista, e instaurando el sistema comunista, en la tierra del ron y el son.
Mis tendencias políticas e ideológicas, siempre han tenido cierta inclinación por la izquierda -o para algún siútico lector- un intenso affaire con ésta misma. No obstante, decidí ir junto a un amigo, al lanzamiento de éste libro, que se llevaría a cabo en una librería en el Patio Bellavista. Mi razón para asistir, era sencilla, me llamaba des-comunalmente la atención, el coraje de ésta mujer cubana opositora,
quién bajo una dictadura -y todo lo que conllevan éstas mismas- era capaz de subir por medio del Internet, su opinión política extra-oficial a la del gobierno.
Me dí cuenta cuando llegué que habían muchos cubanos en la sala de lanzamiento, eso si, una clase de cubanos bastante distinta en relación a los cubanos residentes en cuba (donde podemos apreciar en documentales, videos, comentarios, etcétera). Éste grupo de cubanos residentes en Chile, se homogenizaba bastante bien, con las clases más adineradas de mi Chilito. Con lujosos teléfonos celulares, con vestimentas bastante finas, etcetéra. Se notaba indiscutiblemente esa cosa cosa tan absurda, pero cierta -talvéz- que dicen las viejas cuicas; La clase.
Marcaban las 19.15 horas, y con quince minutos de retraso, comenzó el esperado lanzamiento del libro, con tres señores intelectuales sentados adelante, con micrófonos de ciertos medios, la típica botellita de agua mineral, junto con los vasos. Y la no extraña visita del Ministro de Cultura chilena, que evidentemente debía apoyar la causa anti-Castrista , por su la línea política a la cual pertenece su jefe, nuestro Presidente de la República.
Después de largas, intelectuales y sabias palabras quizás -que no aburrían por lo demás-, finalizó el comentario crítico de la obra de Yoani, que la catalogaban como
excepcional, cotidiana, y con mucha valentía; en donde la Cubana, había creado una barrera, por medio de sus letras y comentarios de Internet, para protegerse de posibles persecuciones y/o consecuencias por su libre expresión, ya que muchos la conocemos a nivel mundial, y es poco probable, que el Gobierno cubano, intente algo en su contra, por su sobre-exposición pública.
En el intervalo en que la gente vacilaba aplaudir -por si venía otro comentario de los señores intelectuales- surge una voz femenina del fondo del salón, algo cruda pero con mucha convicción, era una jóven de no más de 19 años, morena, y con un morral cruzado al hombro -mi intención de las características de la muchacha no tiene relación alguna con estigmatizar aquella descripción, ya que de hecho yo también andaba con mi morral ecuatoriano, sólo lo menciono, porque al verla al comienzo del lanzamiento, me pareció curioso, que estuviese ahí alguien con ese estilo, medio ''hippiento'' quizás, que se nos tiende ,asertada o de forma equívoca, a relacionar
con gente izquierdista, en ese momento, pensé que la niña, habia accedido a aquel lugar, a ampliar su perspectiva u opinión ideológica, al igual que yo-
Eran tres jóvenes, que comenzaron a gritar consignias revolucionarias pro-Fidel Castro, vociferando y acusando a los cubanos ABC1, de traidores, fascistas, y esa sarta de calificativos ó des-calificativo, relacionados con el capitalismo y/o lo contrario a un sistema político de carácter izquierdista. Un hombre de la misma
edad de la muchacha -''Compañero'' de ésta- comenzó a lanzar panfletos, a comentar de los abusos que se cometían en Afganistán, los presos políticos mapuches, y cosas de esa índhole. De forma inmediata, los cubanos detractores del veterano comunista de la Isla, comenzaron a pifiar y a gritar cosas en contra de éstos
valientes e impertinentes adolescentes; un cubano le gritó; ''largo de aquí Fascista rojo'', una mujer enfurecida por otro lado: ''Si tanto te gusta Cuba, ándate para allá''
por otros rincones ''ustedes no tienen idea que es vivir en Cuba'', etcétera. Mientras ésto ocurría, uno de los jóvenes sacaba una bandera de color rojo y negro, que al parecer representaba al Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR). En tanto ésta discusión poco civilizada transcurría, un señor ya de edad, sentado a lado mío, gritaba a sus camaradas cubanos,: ''cállense, déjenlos que hablen''.Pero éstos, ya estaban abandonando la sala, taxativamente, y de una forma que me avergonzó de manera considerable, por los comentarios que eventualmente vinieron a continuación como: ''éstos izquierdistas son unos rotos'' ó ''no tienen educación'', etcétera, etcétera. Un hombre más bien jóven, que estaba sentado en la fila de anterior a la mía, comentaba lo bueno que era la expresión libre -por la actitud anterior de éstos muchachos-, pero sin duda, lo que predominaban , eran los comentarios más bien opacos, y peyorativos con respecto al mundo surdo. Me sentí un poco extraño, y un poco decepcionado también.
Mientras todos comentaban en el mini cóctel lo ocurrido, yo bebí algo ahí afuera, nos fumamos un par de cigarrillos con mi amigo, y abandonamos el lugar.