viernes, 3 de febrero de 2012

Disparo en la sien, y metralla en la risa





A veces las cosas o etapas no se cierran en el momento en que todo hizo pensar que así sería. Las palabras y los hechos no poseen necesariamente la tirana facultad de ordenar a su antojo que hacer con las emociones. Éstas suelen gozar de la libertad que alguna vez se le brindó .Por lo tanto, aquellas danzan libres por los rincones más recónditos ;despojadas de culpa, y rebeldes ante cualquier imperativo.
Pero existe un momento donde hay que degradarlas y desvanecerlas a como de lugar, antes de que terminen en el suicidio melancólico. Ok, ha comenzando el violento procedimiento de exterminio emocional contra éstas. Ya han recorrido bastante, han sido pacientes, revolucionarias, e incluso sinceras. Debieron haberse dado cuenta hace rato que su paseito de mierda a la espera de 'algo', no las llevaría a ningún lado. Pero no importa, sinceramente las felicito, por el optimismo y lo entregado. Esto se cierra acá, merecen descansar, dormir profundamente y quizá no despertar más, porque al menos lo intentaron y ya nada dependió de ellas. Adiós